quiero ser una monja de esas convictas
entrenadas para matar
a la creencia en colores
de un dios simplista del comercio
simulando que la vida
no vale nada en pos del cielo
imitando la creencia de las que me precedieron
la humildad, y la ráfaga de balas
serán mi cicatriz
serviré
al que nunca vino
por convicción mentirosa
por animación constante
por la promesa
de un cielo en llamas
*en ese momento me manda un millón de pesos*
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