22 de enero de 2008

la pieza oscura (fragmento)

Y así empezó a girar la vieja rueda -símbolo de la vida- la rueda
que se atasca como si no volara,
entre una y otra generación, en un abrir de ojos brillntes y un
cerrar de ojos opacos
con un imperceptible sonido musgoso.
Centrándose en su eje, a imitación de los niños que rodábamos de
dos en dos, con las orejas rojas -símbolos del pudor que saborea
su ofensa- rabiosamente tiernos,
la rueda dió unas vueltas en falso como en una edad anterior a
la invención de la rueda
en el sentido de las manecillas del reloj y en su contrasentido.
Por un momento reinó la confusión en el tiempo. Yo mordí,
largamente el cuello de mi prima Isabel,
en un abrir y cerrar del ojo que todo lo ve, como en una edad anterior al pecado
pues simulábamos luchar en la creencia de que esto hacíamos;
creencia rayana en la fe como el juego en la verdad
y los hechos se aventuraban apenas a desmentirnos
con la orejas rojas.

Enrique Lihn


2 comentarios:

Escena Chilena dijo...

he rondado por aquí
saboreando lo escrito
me pregunto si volverás a expresarte por aquí
habemos gente que quiere leer

saludos a ti y a los tuyos
claudio

Carolina dijo...

te quiero tanto :B