incapaz de seguir sintiendo plante y corte mis dedos con lo que se encontraba en la tierra
sin querer enterrado seguía punzante
no hay manera de sacar este terreno baldío
te escapaste y miraste el sol lloviente de treinta puñaladas certeras 32 para ser exactos, y no creíste seguiste echando tierra sobre raíces fecundas cortadas de rojo para poner sobre ellas las flores amarillas para tu hija
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