19 de diciembre de 2010

Como el libro del estante de huérfanos

no puedo escribir
al leer analizo
seriamente
el brote oscuro que apreció
el mes de enero
cuando escribo
las palabras
se están escapando
quieren dejar
vacío el lugar
para que lo llene el recuerdo
mientras repito
así era
me siento ante el espejo
no hay meditaciones lingüísticas
mi cabeza perpleja
se replantea todo
en que momento elegí
seguir creando mundos
bizarros
acomodando muebles de movimiento perpetuo
que no llegan hasta el fondo
pero hacen la historia
una para cada día

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